SIN el abrigo y puerto natural de su Bahía ¿hubiera sido Cádiz punto de atracción para los fenicios? ¿Qué hubiera sido de los vinos de Jerez sin la existencia de estos puertos que exportaron caldos desde tiempos romanos?. ¿Hubiera vivido Cádiz su siglo de oro en el XVIII, sin ser su puerto paso obligado para el comercio de América? ¿Hubiera sido Cádiz en décadas de esplendor de la pesca, el segundo punto logístico de pescado de España? ¿Hubiéramos tenido durante largos años el primer astillero del sur de Europa? ¿Y una de la primeras plantas de off-shore del mundo?. Es evidente que a lo largo de los tiempos en la Bahía y sus puertos, se encontró el motor de la vida de sus pueblos.
La Autoridad Portuaria tiene un Plan para el Puerto de la Bahía, que tiene luces y sombras. Separa el tráfico de mercancías y pasajeros, prevé ubicaciones acertadas para los ro-ro, cruceros y embarcaciones deportivas, prepara un modelo de convivencia entre la actividad portuaria y la ciudad de Cádiz y deja un espacio donde podríamos situar, lo que el Foro ha denominado como Area de Centralidad de la región metropolitana de la Bahía.
Pero no compartimos la situación que el Plan prevé para una nueva terminal de contenedores, que no resuelve la imprescindible comunicación ferroviaria, ni el conflicto de los tráficos urbanos e industriales y a la que no se le dota eficazmente del calado adecuado. Tenemos la impresión de que se cambia todo, para dejarlo igual.
El comercio marítimo internacional siempre ha crecido a lo largo de la historia. El tráfico de contenedores en los últimos 40 años ha crecido más que este comercio y más que el PIB. Sin la crisis que se inicia al final del 2007, los terminales de contenedores en servicio y en construcción en el área del Estrecho se preveía se saturarían en 2014. A medio y largo plazo se van a necesitar en este área nuevas instalaciones de contenedores.
El Estrecho está en una de las más importantes rutas del mundo, la que une Panamá con Suez y Singapur. En esta ruta el transporte de contenedores creció vez y media más que la media mundial. La Bahía está situada en esta magnífica calle y en la mejor acera, la de la Comunidad Europea. Necesitamos una buena tienda. Va a haber negocio para el que con una buena instalación, quiera trabajar con rigor y competencia. La Bahía lo puede ofrecer y en su defecto lo harán otros.
Una moderna terminal de contenedores necesita la longitud de atraque, la superficie, el calado y la comunicación adecuadas. El Plan de la Bahía no resuelve los dos últimos requerimientos. La terminal tiene que funcionar permanentemente con 16 metros de calado y el dragado de la canal tiene que permitirlo y las conexiones, siendo todas importantes, hoy ante todo son ferroviarias. Debemos aspirar a una terminal rentable, de futuro y no deslocalizable, lo que exige algo más que el puro trasbordo. Hay que dotarle de exportación e importación y de actividad logística. Estas actividades proporcionan a una terminal, cuatro veces más empleo y dos veces más ingresos que el trasbordo. La logística es la que fija la riqueza en el territorio. Nuestra administración está embarcada en sacar adelante el Polígono de Las Aletas, que está llamado a ser el centro logístico que demanda el nodo del Estrecho. Una razón más y de muchos quilates, para que propongamos la ubicación de la nueva terminal en el Bajo la Cabezuela. Puesto que se va a mover la actual, hagámoslo al lugar adecuado. Y demos los pasos pronto. Tomemos como ocasión para lograr los necesarios compromisos, e incluso su inicio, la conmemoración del Bicentenario de la Constitución de Cádiz (y no de La Pepa.
Además al futuro del Puerto de la Bahía, le van saliendo nuevas amenazas que significan mejoras y progresos para otros puertos, sin duda en detrimento de Cádiz. ADIF ha iniciado el proyecto y los trabajos de conectar el Campo de Gibraltar con la red de alta velocidad y reforzar el transporte de mercancías por un valor de 400 millones de euros. Por otra parte la nueva exclusa del Puerto de Sevilla permite el paso de barcos de 10 metros de calado y de casi 33 metros de manga. A esto se quiere añadir proyectos complementarios por 500 millones en dársenas y dragados. De hecho se están construyendo polígonos y naves. Todo ello dentro de un plan de «Renovación del Puerto de Sevilla», «el más importante generador de empleo e inversión de la ciudad».
