¿Quién duda que Cádiz ha tenido, en la celebración del Bicentenario de la Constitución, una oportunidad única, desde luego la mejor desde el comienzo de la transición democrática, de conseguir un decisivo impulso a su modernización y renovación?
Bienvenidos sean los actos conmemorativos anunciados desde las instancias oficiales, pero la ocasión exige mucho más si –como se dice desde estas instancias- el acontecimiento debe ser aprovechado “como verdadero revulsivo para el desarrollo definitivo de Cádiz”.
Denunciamos la ausencia de nuevos proyectos de infraestructura, ya que los que se anuncian, por más que su terminación se haga coincidir con el Bicentenario, no lo son:
El Nuevo Puente sobre la Bahía es un proyecto de hace dos legislaturas, originado por el aumento de tráfico de los accesos a la ciudad, en los nada menos que cuarenta años transcurridos desde la inauguración del Puente Carranza; se ha primado una solución de nueva y espectacular estructura –de la que el ingenio gaditano ya ha dicho con tino que no cabe en la Bahía- si bien el proyecto pudo haberse resuelto satisfactoriamente mediante ampliación o duplicación del primer puente.
La construcción del Parque Tecnológico de Las Aletas es la respuesta de la Administración a la deslocalización de DELPHI; el desarrollo de su vocación logística y tecnológica no está todavía asegurado.
La llegada de la Alta Velocidad Ferroviaria requiere la terminación de unas obras que comenzaron hace nada menos que seis años, y en las que todavía hay graves problemas en su trazado por la Bahía.
Por otra parte, se retrasará la anunciada liberación para la ciudad de los terrenos del puerto de contenedores, ya que la ampliación proyectada –en un emplazamiento inadecuado- atraviesa dificultades. Y se desinfla otro proyecto de localización inadecuada, el de un gran Auditorio en el Castillo de San Sebastián, donde sólo se requiere una rehabilitación respetuosa y la protección de un faro singular al que se pretende desmontar.
Constatamos, lamentablemente, la absoluta falta de contestación a una celebración tan modesta: tanto la sociedad civil y las instituciones como los partidos políticos hacen gala del mayor de los conformismos, sin un asomo de crítica ni de reclamación al gato por liebre con el que las Administraciones Públicas pretenden solventar el Bicentenario, permitiendo que la ciudad –ensimismada- prosiga su decadencia y consolide su aislamiento.
Queremos manifestar que ya no se trata de llegar a tiempo con unas obras a la fecha del 2012, sino de sentar definitivamente las bases del nuevo Cádiz Metropolitano del siglo XXI. Los gaditanos que viven de un lado de la Bahía, trabajan en el opuesto y visitan un tercer lugar de ésta en sus horas de ocio, necesitan imperiosamente políticas ciudadanas que correspondan al ámbito real de la convivencia, a la nueva polis que de facto es ya la Bahía; porque las políticas aisladas de los municipios inevitablemente serán cada vez más pedáneas, más incapaces de satisfacer las necesidades reales de estos ciudadanos, y despilfarradoras al repetir dotaciones de recursos que resultarían innecesarios en una gestión conjunta del territorio.
El vínculo metropolitano imprescindible para la renovación y modernización de Cádiz y su Bahía requiere un cinturón viario que enlace sus poblaciones sin solución de continuidad, resolviendo el fondo de saco de la capital y acercando Jerez y el aeropuerto a ésta; el cierre del cinturón metropolitano debe realizarse mediante túnel bajo la Bahía entre Cádiz y Puerto de Santa María.
Complemento de este cinturón es el acceso a Chiclana y a los enclaves turísticos del litoral sur mediante la prolongación de la autovía del istmo –vía Ad Herculem. El transporte público en una conurbación ya no tan lejana del millón de habitantes no se concibe sin un eficaz ferrocarril metropolitano: un Metro Circular de la Bahía, ferrocarril bimodal metro-cercanías, conformado por la red existente y por la ampliación necesaria para cerrar el anillo también mediante el citado túnel.
El traslado del Puerto de Contenedores a la orilla norte de la Bahía, inmediato al ferrocarril y al Polígono de las Aletas y próximo al aeropuerto, y el aumento de calado del canal de acceso, son medidas imprescindibles para sacar partido de la posición estratégica de Cádiz en la más importante ruta del transporte marítimo internacional. Los terrenos liberados con este traslado constituyen una magnífica oportunidad para la creación del Área de Centralidad de la Bahía, centro neurálgico de la actividad institucional, administrativa, económica, social, cultural, turística y de ocio.
Estas son nuestras propuestas en materia de infraestructuras: cinturones metropolitanos viario y ferroviario con túnel bajo la Bahía, acceso directo a Chiclana, traslado del Puerto de Contenedores, creación del Área de Centralidad Metropolitana y el complemento imprescindible: dotar a la ciudad histórica monumental de un status de máxima protección, para que nunca más sea objeto de agresiones que –bajo el pretexto de la modernidad- minan poco a poco la espléndida herencia urbanística de los siglos XVIII y XIX y su magnífico exponente de arquitectura militar.
Bajo el impacto de la crisis económica son necesarios audaces proyectos de futuro ligados a las nuevas tecnologías, al cambio de modelo que la sociedad del conocimiento implica. Hemos presentado la propuesta denominada Bahía de la Biotecnología, apoyada en tradicionales industrias gaditanas y ligada a la emergente Universidad y a los centros de investigación; en el campo de las energías renovables, hemos propuesto la instalación de una Central Termosolar en terrenos de la Bahía; y proponemos a Cádiz como sede de una nueva Agencia Estatal para el Cambio Climático, con un Centro de Estudios ligado a ella, con el Instituto Hidrográfico, el Observatorio Astronómico de San Fernando y la Facultad de Ciencias del Mar y Ambientales como referentes.
Hemos presentado propuestas de tipo cultural: una Bienal de Arte Ciudadano y diversas iniciativas relacionadas con Cádiz como cuna y sede del Constitucionalismo. No renunciemos a la expresión “Constitución de Cádiz”, porque así se la reconoce en el mundo, y se pone en riesgo este reconocimiento al oficializar la denominación popular.
Manifestamos la necesidad de una toma de conciencia ciudadana que promueva los cambios necesarios para la inaplazable renovación y
modernización de la ciudad. Tenemos la ocasión y estamos a tiempo de aprovecharla; es necesario movilizar muchos esfuerzos, interesar a las administraciones, encontrar modos de financiación: desde aquí retamos a los gaditanos de hoy, para que sean capaces de promover el Proyecto de Estado que las circunstancias exigen.
El Foro de Debate Cádiz 2012
www.forodedebatecadiz2012.es
Noviembre de 2009