Ningún gaditano es ajeno a la situación de crisis que se atraviesa desde hace años en la ciudad. La excesiva dependencia del sector público, y la escasa orientación hacia una economía de libre mercado durante varias décadas, han creado un clima social y laboral, difícilmente recuperable a corto plazo. La decisión de Delphi de cerrar la fábrica de componentes de automóviles, no es sino la consecuencia de las debilidades y amenazas que se mantienen sobre el modelo económico tradicional.
Un modelo económico que ha conducido al principal problema con que se enfrenta hoy Cádiz: el desempleo, con causas de diversa índole. Una economía con dependencia de la industria naval que entró en crisis con la recesión del sector naviero mundial; la escasa flexibilidad de la industria auxiliar dependiente del mismo; la dependencia de la industria aeronáutica o del automóvil que no acaban de ser competitivas en un mercado globalizado que acaba optando por la deslocalización; el descenso de la actividad pesquera e industria conservera por falta de caladeros; la disminución de la actividad portuaria; la excesiva dependencia del sector público; el déficit de infraestructuras que permita la integración de la ciudad de Cádiz en el desarrollo de las diferentes zonas de la Bahía y la mentalidad de una sociedad alejada de la imperiosa necesidad de adoptar criterios de competitividad y aumentos de productividad.
Ante esta situación, conviene reflexionar sobre la necesidad de capitalizar las fortalezas económicas de Cádiz, vinculadas al comercio y al mar, en la que Cádiz ha dado siempre emprendedores que han trasmitido confianza y dar riendas a su ingenio, tolerancia y capacidad de acogida, conformando una indiosincrasia comercial propia.
Navegantes fenicios hace más de tres mil años auspiciaron acuerdos con tartesos sin más garantía que la palabra entre la presencia de Hércules, emplearon velas submarinas para ayudar a cruzar el estrecho con viento en contra, aprovechando las corrientes, un ejemplo de las energías renovables que ahora estamos impulsando. En el periodo romano, Cádiz llega a ser la segunda ciudad del Imperio e ingenia un arte de pesca, la almadraba e innova la primera conserva marina, el garun. En el siglo XVI, después del descubrimiento de América, Cádiz se convierte en la gran puerta comercial del Nuevo Mundo. La decadencia del comercio en el Mediterráneo, hace llegar a Cádiz a comerciantes genoveses y venecianos, que van a dejar también su impronta comercial. Cádiz, tolerante y acogedora abre sus puertas a esta nueva emigración que asume como propia.En el Siglo XVIII, la Casa de Contratación se traslada a Cádiz haciendo aún más floreciente el comercio. En el Siglo XIX se inicia la pérdida de las provincias de ultramar y la decadencia del comercio con América. Los acontecimientos del Siglo XX han dejado una huella profunda en la población, que aún no ha recuperado sus señas de identidad.
La sociedad gaditana debe tomar conciencia de la necesidad imperiosa de aumentar la productividad y la competitividad a través de la formación y capacitación. Los comerciantes deben entender que la oportunidad del 2012 puede transformar su negocio hacia el futuro, para lo que deben prepararse. Es necesario un plan de choque de mejora de la formación y conocimientos sobre la historia de Cádiz, la Constitución, la gastronomía, el Cádiz monumental, las Fiestas, el Carnaval, al tiempo que se plantee la necesidad de conocer idiomas, informática, economía y turismo.
Organizaciones como la Fundación Bahía de Cádiz para el Desarrollo Económico, el Instituto de Fomento, Empleo y Formación del Ayuntamiento de Cádiz, la Cámara de Comercio, el Centro Europeo de Empresas e Innovación y el Centro de Formación de la Zona Franca, deben coordinarse eficientemente para implantar un programa de formación para empresarios y profesionales que satisfaga las necesidades del comercio y del turismo de cara al 2012. La Junta de Andalucía ha promovido subvenciones para locales comerciales en edificios de rehabilitación, que deberá ser acompañado de la capacitación suficiente de personal para atender un turismo de gran calidad.
En algunas regiones españolas el CEEI, ha creado juntamente con las Cajas de Ahorros, Sociedades de Capital Riesgo para la creación de empresas por nuevos emprendedores. Cientos de empresas pequeñas y medianas están hoy en los mercados, habiéndose independizado de la tutela de la Sociedad de Capital Riesgo y creando miles de empleos. ¿Por qué no diseñar e implantar en Cádiz un programa de emprendedores para actividades empresariales del comercio y el mar?.
El Puerto de Cádiz es una de nuestras fortalezas económicas. La Autoridad Portuaria aglutina todas las dársenas de la Bahía y su Zona Franca. La cesión al municipio del Muelle Ciudad dará un vuelco a la relación Puerto-Ciudad y su acondicionamiento para el ocio y los servicios. La doble charnela Atlántico-Mediterráneo y Norte-Sur y las condiciones climáticas son inmejorables para atraer un turismo de navegación deportiva.
Estamos viviendo los comienzos de la Copa América en estos días que aportará a la economía española más de 6.000 millones de Euros y generará más de 40.000 empleos en la Comunidad Valenciana. Existen muchas posibilidades de que el “Alinghi”, el equipo suizo campeón actual, vuelva a alzarse con la Copa. Tendrá que decidirse de nuevo cual será la sede de la próxima.¿Por qué no Cádiz?. Todos los gaditanos y sus instituciones deberían entran en sintonía y unidad de equipo para conseguir que Cádiz sea la sede de la próxima América’s Cup. Sería una garantía de éxito para el modelo de turismo de navegación deportiva y un refuerzo para el 2012.
Debemos luchar por una industria estable y competitiva, pero tenemos que ser conscientes de que una parte importante de nuestro desarrollo debe estar basado en lo que sabemos hacer, en lo que nos gusta, en lo que somos capaces de transmitir: nuestra idiosincrasia en las actividades del comercio y del mar.
Publicado en La Voz de Cádiz. 05.05.07
JUAN ERNESTO PÉREZ MORENO.