¿El centro histórico de Cádiz, sus murallas, castillos y baluartes pueden obtener la máxima categoría de ser declarado Patrimonio Cultural de la Humanidad? En nuestra opinión y la de otras personas relevantes consultadas no sólo es así, sino que convendría hacer un esfuerzo para conseguir esta declaración con motivo del Bicentenario de la Constitución de 1812. La propuesta fue expuesta por el Foro de Debate Cádiz 2012 en su acto de presentación pública y desarrollada en estas columnas.
El Patrimonio Cultural de un pueblo comprende las obras de sus artistas, arquitectos, músicos, escritores y sabios, así como las creaciones anónimas, surgidas del alma popular, y el conjunto de valores que dan sentido a la vida, es decir, las obras materiales y no materiales que expresan la creatividad de ese pueblo; la lengua, los ritos, las creencias, los lugares y monumentos históricos, la literatura, las obras de arte y los archivos y bibliotecas. (Definición elaborada por la Conferencia Mundial de la UNESCO sobre el Patrimonio Cultural, celebrada en México en 1982). El centro histórico de Cádiz no es el único patrimonio cultural de la ciudad, si consideramos la definición anterior, pero es un conjunto arquitectónico bastante homogéneo y de una belleza incomparable, situado en un enclave marítimo natural espléndido, que le da una unidad e integración paisajística con un valor universal excepcional desde el punto de vista de la historia, el arte, la cultura y la naturaleza.
Además Cádiz es la ciudad más antigua de Europa. Una ciudad que fue colonia fenicia de primera magnitud y una urbe romana de extraordinaria importancia, como lo atestiguan su teatro o la faraónica obra de su acueducto de más de 50 kilómetros que captaba las aguas del manantial de Tempul y llegaba a la ciudad salvando los desniveles mediante sifones fabricados con atanores de piedra. Durante el interludio de la Edad Media también fue un puerto de importancia, aunque no tengamos suficiente información para subrayar su poderío comercial, que, estamos convencidos, nunca perdió. Su esplendor se inicia con el comercio con América y en particular con el traslado de la casa de Contratación de Sevilla a Cádiz. Entonces comienza a construirse la ciudad moderna. La ciudad que por fortuna podemos contemplar hoy y que hay que defender como las leyes los ciudadanos, para que nunca desparezca y quede como un patrimonio Cultural para el disfrute de toda la humanidad. Cádiz es un lugar mágico, difícil de compartir con el uso exclusivo del lenguaje, que emociona a los viajeros de todos los tiempos o a los que vuelven con frecuencia como una necesidad y, como no, a los que tienen el privilegio de vivir en ella.
La Convención sobre la Protección del Patrimonio Mundial, Cultural y Natural, que deberían leer algunos para no proponer cosas que esta Convención no recoge, fue fruto de la Conferencia General de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) en su reunión número 17 celebrada en París el 17 de octubre de 1972. La definición contenida en su Artículo 1 permite contemplar que el recinto histórico, murallas, castillos y baluartes de Cádiz pueden ser considerados “patrimonio cultural de la humanidad”.
¿Cómo se consigue y cual es el procedimiento? También la Convención lo indica. El estado, en nuestro caso el Estado Español, es el que anualmente presenta ante el Comité del Patrimonio Mundial un inventario de los bienes del patrimonio cultural y natural, situados en su territorio, y aptos para ser incluidos en la “Lista del Patrimonio Mundial”. Con nuestro régimen de Autonomías sería la Junta de Andalucía quien debe encargarse de la Elaboración del Expediente y elevarlo al Ministerio de Cultura. El Centro de Patrimonio Mundial, será quien, con los informes de sus Órganos Consultivos, prepara las Misiones de Evaluación y quien recomiende la propuesta. Un proceso largo en el que hay que iniciar un estudio, lo más completo posible del lugar y sus características, unir voluntades de muy diferentes personas e instituciones, hasta coronar con éxito la iniciativa.
Pero ¿quién toma la iniciativa?. El Foro de Debate Cádiz 2012 puede hacerlo. Es quien ha lanzado la idea y también la iniciativa. Su intención es comenzar las conversaciones con el Comité del Bicentenario, con las Instituciones y autoridades sensibles a esta propuesta y con los ciudadanos de Cádiz que estén dispuestos a prestar su apoyo.
Además estamos convencidos de que esta propuesta, tantos años postergada, cuando se materialice será un bien innegable para la ciudad. Desde una simple perspectiva económica, el reconocimiento de Cádiz como Patrimonio de la Humanidad comprometería inversiones importantísimas en reconstrucción, rehabilitación y conservación de espacios públicos y edificios, a su vez fuente de ingresos recurrentes de turismo y servicios en décadas, porque esta distinción es universal e inextinguible.
¿Cuándo sería materializarse esta declaración? A nuestro entender en 2012. Queda tiempo, pero son muchas las tareas que hay que emprender. Nos vamos a encontrar con numerosas dificultades, pero también, y esto no lo dudamos, con la solidaridad de los que creen en un mejor futuro para Cádiz.
Publicado en La Voz de Cádiz 21.4.07